La Cruzada Declates
Cuando el Sistema Declates se puso en el camino del ¡Waaagh! Gitzmott, mundos enteros cayeron durante la noche. Los Puños Carmesíes se desplegaron rápidamente para parar la sangría y enfrentarse a la amenaza orka. Tras su llegada, el venerable Capítulo consiguió victoria tras victoria con sus ataques rápidos y contundentes. Sin embargo, los Puños Carmesíes empezaron a perder terreno cuando la inmensa invasión orka cayó con todo su peso. Se hizo aparente que se necesitaba ayuda, y rápido. La gigantesca incursión de los orkos iba definitivamente encaminada al Mundo Forja de Declates IV y las densamente pobladas colmenas de Declates V. El Imperio no podía permitir que estos puntos cayeran.
Los Templarios Negros cercanos escucharon la llamada a las armas, y la campaña pronto se equilibró. Fue en Declates VII donde el destino del sistema se determinó. Gitzmott fue localizado y eliminado en las estériles planicies del planeta por un Paladín del Emperador. Sin liderazgo, las fuerzas de Gitzmott perdieron su rumbo y abandonaron el campo de batalla. Desde ahí, fue cuestión de limpiar las dispersas fuerzas alienígenas. Ambos Capítulos sufrieron espantosas pérdidas ya que eran superados en número, a menudo en 5 a 1. A pesar de estas dificultades, los dos Capítulos consiguieron renombre en el campo de batalla y héroes del Sistema Declates para siempre.
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