El Mariscal Asgard ha decidido llamar al Hermano Caesar para que despierte del sueño inducido por los tecnosacerdotes y se una a la eterna cruzada por el Emperador.
La última vez que el Venerable Caesar despertó de su letargo fue hace más de dos mil años y fue llamado por el Gran Mariscal Ludoldus en la cruzada de Jerulas.
Solamente en graves momentos de necesidad los Templarios Negros acuden para despertar al Hermano Caesar de un letargo bien merecido tras casi diez mil años de servicio intachable al capítulo.
Su furia no tiene límites cuando se enfrenta a los enemigos del Emperador y ni siquiera los vehículos enemigos mejor blindados se pueden resistir a la potencia de fuego que puede llegar a desarrollar en batalla.
Ha llegado la hora de que el Venerable Caesar se una al Hermano Orestes para llevar la muerte y la destrucción a xenos y herejes y así que pueda volver la luz del Emperador a la galaxia.
