viernes, 17 de diciembre de 2010

Historia de los Templarios: Cruzadas VIII

La Limpieza de la Colmena Thetus

 

Los Templarios Negros fueron requeridos para ayudar a la exterminación de un pequeño pero poderoso culto de herejes en el planeta Nevaria II. Esta amenaza fue investigada por un agente del Ordo Hereticus trabajando en los niveles superpoblados de la Colmena Thetis. Este agente pronto descubrió que las imponentes espiras de Thetis contenían un secreto más siniestro de lo que en principio se sospechaba. Una poderosa y malevolente influencia estaba tras el culto. Investigaciones posteriores, junto a un muy costoso ataque de cobertura de los Marines Espaciales Guardianes de la Muerte, revelaron la aparición de un poderoso Líder de la Progenie.

La criatura había logrado de alguna manera infiltrarse e infectar las mentes de una gran parte de la Colmena Thetis sin que nadie lo supiera. Años de mezclas de especies habían producido abominaciones físicas y psíquicas para la humanidad. Se hizo obvio que la Colmena Thetis iba a ser un punto de partida para una temible vanguardia Tiránida. Por eso, tenía que ser purgada. Los Templarios Negros se presentaron para llevar a cabo el reto de devolver la Luz del Emperador a la Colmena Thetis con un celo justiciero.

El Líder de la Progenie y su contaminada especie consiguieron enraizarse en las profundidades oscuras de la Colmena. La aniquilación de esta contaminación llevaría un considerable tiempo y esfuerzo. Los laberintos de túneles, accesos, conductos y ciudades olvidadas llegaron a ser un mortal y único campo de batalla. Fue aquí donde los Templarios Negros lucharon terroríficas batallas en reducidos corredores contra la amenaza Tiránida. Lentamente y a un alto coste, cada sector fue limpiado a fondo. La Colmena Thetis, y el mundo entero de Nevaria II, estuvo asegurado (de manera relativa) gracias a los esfuerzos de los Templarios Negros.

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